4 Marzo 2012 - II Domingo de Cuaresma

Tenemos lecturas que se enfocan en el sacrificio y en el mirar. Abraham va a la montaña de la Visión (esto es lo que significa Moriah en hebreo), con el sacrificio en mente– su hijo, Isaac– sólo para "VER" que eso no es lo que Dios quiere. Los discípulos ven algo más profundo, a Jesús en la Montaña de la Visión y quieren "hacer un sacrificio" o "construir un puesto." Quieren comprender lo que Dios les está pidiendo a través de lo que ven. 

Las lecturas sugieren que hay una relación entre el "mirar" y el "sacrificio." Necesitamos que ver lo que Dios quiere de nosotros antes de que hagamos cosas a ciegas, O terminamos destruyendo lo que es más precioso para nosotros, sólo para darnos cuenta que eso no era lo que Dios quería para nosotros. ¡Los Católicos necesitan escuchar esto! Seguido estamos llenos de culpa, y pensamos que lo que es más repugnante, el camino difícil es lo que Dios quiere para nosotros, y seguido echamos a perder mucha energía tratando de hacer la cosa difícil, cuando a lo mejor eso no es lo que Dios quiere. 

Les quisiera compartir que hay dos palabras que dominan lo que el discurso de la Biblia nos dice lo que Dios quiere de nosotros– Dios quiere que "ESCUCHEMOS" y que "VEAMOS." Debemos ver y escuchar. Moisés tenía que "ver" por mucho tiempo el arbusto antes de que se diera cuenta que no era un fuego ordinario, pero Dios dio las señales. Elías tuvo que escuchar mucho ruido antes de que pudiera distinguir " la voz pequeña y quieta." El trabajo de lo espiritual–  TRABAJO DEL ALMA– por así decirlo, es cultivando la habilidad de ver y de escuchar a Dios. 

Y para cultivar estas habilidades,  uno NO se va al desierto. ¡Uno se va a donde está el alma! Escuchamos a quienes de VERDAD necesitan algo- ¡encima de las quejas que todos hacemos! Muchos se toman mucho tiempo quejándose de la vida– quejándose de esto o aquello– pero ahora y después– nosotros por instinto SABEMOS– "escuchamos" o "vemos" algo que DEBEMOS de poner atención. Un niño que no se escucha bien cuando "llora" o un esposo cuyo "silencio no es normal," o el temor de un papá que se ve diferente,  o un compañero que tiene una desesperación muy real que no se puede ignorar. ASÍ es como Dios nos da señales– y son estas respuestas de la VIDA que Dios quiere de nosotros. 

Sé que ustedes han dejado el chocolate por la Cuaresma, y han perdido peso cada año– y ha sido un plan maravilloso para  perder de peso—- - -  - - - - - pero, ¿has aprendido algo sobre Dios o sobre ti mismo? Dios quiere nuestros corazones– nuestra ATENCIÓN… ¿Se dio cuenta Abraham de esto en la lectura? Pienso que no. 

Abraham siempre "escuchó" que Dios le pide que haga algo "exterior" - "deja tu nación, tu gente y la casa de tu padre, y vete a un lugar que te enseñaré." Y entonces, "se fue Abraham." Pero en hebreo puede también significar, "Abraham, vete hacia el INTERIOR, por debajo de los valores de tu nación, más allá de los prejuicios de la gente, debajo, y más allá y aparte de las expectativas de tus papás y de tu familia– para que encuentres tu VERDARO SER."  (Pero, Abraham no pudo escuchar esto– así que se fue a Canaán, y lo demás es historia religiosa).

Aquí, él sabe que Dios quiere que sacrifique lo que es más precioso para él– así que piensa en su hijo– pero Dios no quiso esto– Dios quería a ABRAHAM– pero, nuevamente, de lugar de preguntar, "¿Qué es lo que quieres de MÍ?" Abraham escucha  a un carnero atorado entres sus cuernos, y dice, "¡YA! ¡ESO debe ser!" Pero, ¿sí era esto? El texto se queda en silencio. Siento que él, nuevamente, perdió la oportunidad de sacrificar su propia voluntad– su propio corazón. ¿Si hubiera "escuchado" profundamente y "VISTO" claramente, ¿qué es lo que hubiera visto? Él hubiera visto a su propia familia dividida– él y Sara aparte de Agar y de Ismael. Él hubiera visto celos y amargura– y él hubiera sabido lo que Dios quería que él sanara… pero, ¡él decidió por un carnero que no se podía escapar! ¡Algo como nosotros, cada Cuaresma, decidimos dejar el chocolate o el café o la Diet Coke! 

En este tiempo de arrepentimiento– de un cambio suave del alma hacia Dios– se nos pide que Escuchemos y Veamos lo que está pasando en nuestras vidas para ver lo que en verdad Dios quiere de nosotros. Mi oración es de que lleguemos a una compresión y tengamos sabiduría para que nuestras vidas sean bendiciones de bondad en nuestro mundo. Y que Dios los bendiga a todos. +