sábado, 12 de enero de 2013

Homilía 13 enero 2013

¡El bautismo de Cristo es un MISTERIO, ya que no sabemos por qué lo hizo! Ni tampoco Juan el Bautista quien preguntó, "¿Por qué estás TÚ viniendo a MÍ?" Piénsenlo: el bautismo quita el pecado, pero Cristo no tenía pecados- ¡así que no lo necesitaba! Esta festividad siempre es un enigma para teólogos.
 
Cuando les enseño a los estudiantes sobre el Bautismo del Señor, siempre les enseño sobre los ritos. Los ritos tienen mucho significado para los seres humanos. No a todos les parecería compartir nuestro futuro y fortuna con otra persona sin tener una ceremonia– hasta cuando se trate de firmar un pre-nupcial con el abogado, ¡en seguida tenemos una comida para celebrar! Algunas personas lo pueden hacer, pero la mayoría no se "siente casada" sin algo que le diga al mundo, "Ella es mía, yo soy de ella," o "Él es mío, yo soy de él."
 
La mayoría no quiere venir del hospital con un recién nacido sin NINGÚN ritual– puede ser una cuna nueva, flores y pastel– queremos ALGO que le diga al mundo: "¡Bienvenido bebé! ¡Estás con nosotros, te queremos, estaremos aquí toda tu vida!"
 
Algunos estudiantes dicen: "No necesito ir a la ceremonia de la graduación– que me manden mi diploma"… pero MUCHOS de nosotros esperamos con ansias para caminar en el escenario y cambiar la borla de un lado de la gorra al otro, y tener el diploma en nuestras manos, nuestros papás y parientes orgullosos en la audiencia tomando fotos y silenciosamente calculando el costo del siguiente!
 
Los ritos religiosos, en especial, definen a una persona. Ellos nos dicen quiénes somos en el mundo. El Bautismo nos dice que somos Cristianos, y si es hecho por un sacerdote, un Cristiano Católico. PERO, el Bautismo TAMBIÉN nos dice que ahora somos oficialmente parte de una familia que es mucho más grande que la que tenemos de nacimiento. Y creo que es por esto que Cristo quiso esta ceremonia. Él no la NECESITABA: él la QUISO. Él quiso ser parte de la familia grande– ¿qué tan grande?– tan grande como su vida nos enseñó.
 
El día de hoy, ustedes y yo venimos aquí– todos nosotros bautizados, así como lo fue Cristo– y sabemos que nos ha hecho Cristianos y Católicos, pero también nos ha hecho una "familia más grande de Dios," y ESA familia es más grande de lo que nos podemos imaginar. Entonces, al celebrar esta festividad, celebremos su mensaje—  y hagamos de nuestras vidas bendiciones de hermandad y de paz al venir y al vernos como parte de esta familia grande de Dios– la FAMILIA HUMANA. ¡Que cada uno de nosotros encuentre una manera  de traer un poco de entendimiento y de paz a nuestra familia. Y que Dios los bendiga a todos. +

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